martes, 4 de enero de 2011

Noches…

Asomándote estas tú.
Con tu cara desfigurada y tu aliento a basura.
Por la ventana sólo veo caer lágrimas,
lágrimas de humo.
Ácido dia para guardar tu rencor.
Y sigues ahi, o quizás un poco más serca,
con tu sonrisa pestilente y muecas negras de silencio.
Con gritos de ausencia ,
buscas refugio y no encuentras consuelo.
¿Crees que el agua lo purifica todo?
¿En dónde se esconde tu belleza?
Los llantos siguen resonando en mi mente,
despojándome de todo sentimiento.
Esconderme en versos efímeros,
no creo que sea la salida correcta.
Mis ideas vagan entre eso gritos
queriendo apagar oídos...
Hice tanta fuerza en no escuchar,
me encerré tanto en mi interior,
que pude escuchar a mi alma retorcerce del dolor.
Y ya no habia retorno,
para evitar la desgracia.

En la bruma de tus ojos.

En estas sobras de tiempo
que me regala el destino,
quisiera encontrar las huellas
que le viento borro tras mis pasos.

El sueño me invade
y me dejo caer a la insoslayable
bruma de tus ojos.
¡Sí! La bruma de tus ojos...
Que me hacen perder.
Que me hacen confundir.
Confusamente perdida en la bruma de tus ojos.

Las palabras revuelan entre las hojas
y comienzan a caer una por una
marchitas en mi corazón.

Cada ves que repito tus palabras
los sonidos se pierden en el viento.
Esa brisa cálida enfurecida
arrancándome los versos.